Ya no es el tupido manto níveo de siempre, límpido,
preludio de viajes de finales del otoño, camino de una eterna Navidad. Quiero
pensar que es culpa de la contaminación, de la puta crisis, del tiempo… Qué sé
yo.
Contemplo los surcos que se despliegan ante mí hasta
cerrar cualquier retorno. Transparentan la suciedad que
no logran cubrir, polvo grisáceo de mi deshonra, vergüenza que acumulo por no
haber sabido defender un imperio y por verme abocado a este asqueroso cuchitril
donde esnifar estas rayas de mierda.
ResponderEliminarJugar con las palabras es divertido. Y si a eso se le une la inteligencia el resultado son textos tan originales e impactantes como este. Enhorabuena por ese oro tan merecido.
Besos y muchos abrazos.
Yo creo que todos los que escribimos, como tú también, jugamos con las palabras. En ocasiones somos más juguetones que otras :)
EliminarUn beso grande.
Es genial. Muy bueno.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Mar. Te echamos de menos por Netwriters. A ver si pronto sacas un poquito más de tiempo para nosotros.
EliminarUn beso grande.
Me gusta ese enredo de palabras y de situaciones que hacen que el lector adivine
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Diego. Los microrelatos son una oportunidad excelente para jugar con las historias y, de forma respetuosa, con los buenos lectores. Anímate un día.
EliminarUn abrazote.
Impactante. Siempre me pregunté qué se les pasará por la cabeza a estos seres detronados. Porque no siempre asumimos nuestras responsabilidades, pero, cuando la caída es tan abismal, ¿no debería quedar un resto de lucidez? ¿O acaso la condena es tan merecida que la ignorancia se convierte en horca?
ResponderEliminarUn abrazo y mi enhorabuena, Pedro.
Está en la altura moral de la persona saber encajar los avatares de la vida, tanto los buenos como los malos. No siempre somos lo suficientemente fuertes y de caídas semejantes, aterrizajes forzosos.
EliminarUn beso grande, querida Esther.
A veces la gente se ralla porque se pone metas muy altas, pero como canta El columpio asesino: "Ahora sé que mal es lo mejor que lo puedo hacer".
ResponderEliminarBuen micro.
Un abrazo.
A veces la gente se ralla y acaba metiéndose rayas :) Perdón, no pude evitar la gracieta. Gracias, querido José Antonio. Un abrazo.
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