Sentado en el lugar prominente observo a los retoños
compartiendo el espacio cubierto delante de la caverna comunal. El mío, tan
parecido a mí en todo, domina claramente el juego. Lanza la piedra como nadie.
Acaricio mi arma. Está pulida con mimo y me ha ganado el
sobrenombre de «bueno-más-bueno» por mi habilidad. Nadie osa enfrentarse a mí
ahora, y menos cuando, ante un lance de juego que no me ha gustado, increpo a los demás con mi voz poderosa. Pido a mi vástago que lo golpee duro en la
cabeza. Cuando veo los efectos, sonrío satisfecho. Lo estoy preparando para el
futuro.
¡Uff! Difícil pregunta.
ResponderEliminarUn abrazo
Me temo, querida Rosa, que la respuesta es menos difícil que la pregunta. Gracias por llenar de color estas ramas un tanto oscuras.
EliminarUn abrazo.
Qué bueno, paisa, y qué terrible.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
No nos queda sino afrontar lo terrible de la realidad y tratar de mejorarla como podamos. Visitas como la tuya siempre la hacen llevadera.
EliminarAbrazote, paisana.
ResponderEliminarTu texto me ha recordado los versos Kapuściński:
“…mientras quede siquiera un árbol
sobre la superficie de la tierra
la gente morirá asesinada con palos de madera”.
Ojala él se equivoque y tu relato sea parte del pasado. Me encantaría pensarlo, aunque soy bastante pesimista al respecto. Enhorabuena por el micro, pese a su dureza, o tal vez por ella, me ha gustado mucho.
Besos y abrazos
No voy a intentar pronunciar ese apellido, pero lo has hecho con maestría, querida.
EliminarOjalá se equivoque.
Besos.
Breve y lleno de matices sugerentes. Resumes como nadie y siempre llegas al lector. Por eso repetimos paseo por esta rama.
ResponderEliminarEstimado Carmelo, me abruma tu comentario y me anima a seguir intentándolo. Regresa siempre que quieras a este árbol que es tan tuyo como de todos.
EliminarUn abrazo.
Estupendo micro, Pedro. Creo que cada vez estamos más cerca de esa caverna.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que no sea por no seguir intentando que lo que dejamos a nuestros herederos sea arte, paz y armonía.
EliminarUn abrazo.