El mecenas está entusiasmado enfundado en su traje de
Armani. Las escalas, la armonía, los últimos compases son excelsos… Todo es
nuevo y, a la vez, primigenio, tenebroso.
—Se titula «La raíz del mal» —dice
el compositor como si no hiciera falta decirlo—. Me he bañado en el pozo de la
más abyecta...
